Poco después de la colonización de Pocajú por inmigrantes de todos los países del mundo, los problemas entre los habitantes de tan variadas procedencias, credos, razas e ideologías, comenzaron a aparecer.
El ala conservadora de Pocajú que aparentemente era en tamaño insignificante y que en su, mayoría albergaba a aristócratas que emprendieron el viaje con afán colonizador, comenzó a cobrar fuerza a finales del siglo XIX, cuando se descubrieron importantes yacimientos de rubíes en las grutas vírgenes de Jucapó, al sur de Pocajú y ningún sector de la población tenía la experiencia necesaria para administrarlos y explotarlos.
Este descubrimiento ayudó el discurso de los conservadores de Pocajú, que clamaban por convertir a la nación en un Imperio. Poco tiempo después, en 1899, uno de los vástagos de la dinastía Radjalaila, de la República de Erickshatán, emprendió el viaje hacia las tierras casi vírgenes y australes de Pocajú, para tomar el mando de la nación y comenzar el impulso de la explotación de rubíes en la zona, actividad que la familia Radjalaila había llevado a cabo desde decenas de generaciones atrás.
De esta forma, la figura del Marajá de Pocajú quedó instituida en esta isla, no sin conflictos y enfrentamientos entre los diferentes sectores de Pocajú, sobre los cuales ahondaremos en otra emisión de Radio Pocajú Internacional.
El ala conservadora de Pocajú que aparentemente era en tamaño insignificante y que en su, mayoría albergaba a aristócratas que emprendieron el viaje con afán colonizador, comenzó a cobrar fuerza a finales del siglo XIX, cuando se descubrieron importantes yacimientos de rubíes en las grutas vírgenes de Jucapó, al sur de Pocajú y ningún sector de la población tenía la experiencia necesaria para administrarlos y explotarlos.
Este descubrimiento ayudó el discurso de los conservadores de Pocajú, que clamaban por convertir a la nación en un Imperio. Poco tiempo después, en 1899, uno de los vástagos de la dinastía Radjalaila, de la República de Erickshatán, emprendió el viaje hacia las tierras casi vírgenes y australes de Pocajú, para tomar el mando de la nación y comenzar el impulso de la explotación de rubíes en la zona, actividad que la familia Radjalaila había llevado a cabo desde decenas de generaciones atrás.
1 comentario:
El Marajá es un buen amigo mio espero se encuentre bien.
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